Si trabajas como autónomo seguramente lo habrás vivido en tus propias carnes. Si no, seguro que alguna vez habrás escuchado aquella frase que dice que los autónomos nunca nos ponemos enfermos.
Ajá.
¿Crees que es cierto?
Ya te lo voy a decir yo: NO.
Pero es un melón que hay que abrir. Porque los niveles de precariedad de los 3,4 millones de trabajadores por cuenta propia merecen una mínima reflexión.
Hay dos motivos principales por los que los autónomos no nos ponemos nunca enfermos. El primero es que si estás enfermo no trabajas, si no trabajas, no facturas y si no facturas… pues las facturas a fin de mes no se pagan solas.
También puedes desviar clientes a personas o empresas con las que colabores llevándote una pequeña comisión, pero lo dicho, estando de baja no puedes facturar, así que no lo cobrarás hasta que estés de alta.
Para una gripe, para estar tres o cuatro días (o diez) sin trabajar, no tiene ningún sentido tener una baja. Solo las gestiones que tienes que hacer, papeles que firmar… da una pereza loca…
Pero ¿qué pasa cuando la baja es más larga? ¿qué pasa si te tienes que operar o si tienes una enfermedad que te obliga a permanecer en reposo o tienes niebla mental o qué sé yo?
Pues ahí la cosa se pone interesante.
Porque claro, claro que puedes pedir una baja a la Seguridad Social. Te la da tu médico de cabecera y la tramitas ante el INSS. PERO —y aquí viene el plot twist— cobrar no es inmediato. No cobras a fin de mes, ni el día 11 del mes siguiente como pasa con el paro. El pago de las bajas lo realiza tu mutua, y no es evidente que te paguen de forma automática. Ni rápida. Ni siquiera que te informen demasiado bien de cómo va el proceso. Todo es un poco brumoso, como la niebla mental que mencionaba antes. En mi caso, me pagaron terminada la baja, de 36 días, el día 1 del mes siguiente a que se terminara.
Y durante los dos primeros meses de baja, por cierto, tienes que seguir pagando tu cuota de autónomos. Sin trabajar. Sin facturar. Sin garantías de cuándo —o si— vas a cobrar.
No sé tú, pero a mí me parece surrealista.
Como si tener fiebre alta, una neumonía o pasar por quirófano fuera una especie de capricho de media tarde. Como si el cuerpo no se rompiera también cuando trabajas por tu cuenta.
Porque aquí está el quid de la cuestión: no es que no nos pongamos enfermos, es que no nos lo podemos permitir.
Y no me digas que no es una locura eso de depender de tu cuerpo y tu cabeza para vivir… y no poder parar cuando ese mismo cuerpo o esa cabeza dicen basta.
Lo dejamos pasar si es una gripe o una contractura. Nos lo tragamos si es una semana. Pero cuando es algo más serio, cuando necesitas parar de verdad, el sistema no te lo pone difícil: te lo pone imposible.
Así que no, no es cierto que los autónomos no nos pongamos enfermos.
Nos ponemos. Nos rompemos. Nos caemos. Solo que, muchas veces, no se nota… porque seguimos trabajando igual. Porque no queda otra. Porque nadie nos cubre las espaldas si no lo hacemos.
Y eso, sinceramente, habría que cambiarlo.
¿Te ha pasado? ¿Has trabajado enferma o enfermo por no poder permitirte parar?
¿Has pedido una baja alguna vez siendo autónomo?
Abramos este melón, que falta nos hace.
🛩️ Creo que esta web es un reflejo de los tiempos que vivimos y de lo mal que comunicativamente (no solo) le está yendo a Boeing. Puedes comprobar si tu vuelo tiene asignado un avión de esa marca, el modelo y más… y, como dicen ellos, check your fate flight.
🔈 Otra herramienta de transcripción de audio a texto. Con una versión de prueba muy interesante y luego bastante ajustada de precio.
Es aún peor si eres autónomo propietario de un negocio físico. No puedes cerrar la persiana porque tengas fiebre un día o porque haya fallecido un familiar, al cliente eso no le importa: el cliente quiere ir y que esté disponible, como en una gran superficie donde hay trabajadores a turnos. Pero en el comercio local no hay turnos, hay sacrificio. Y no quiero ni pensar qué sucedería ante una baja de larga duración, porque probablemente sería el fin de mi negocio.
durante los dos primeros meses de baja, por cierto, tienes que seguir pagando tu cuota de autónomos. Sin trabajar. Sin facturar. Sin garantías de cuándo —o si— vas a cobrar.
Increíble 🫢