#156. Volver a lo analógico
Sucedió con aviso. Se sabía que TikTok iba a desaparecer un día determinado. Y así lo hizo, el 19 de enero.
Luego, a las pocas horas volvió, pero con condiciones: durante 90 días. Han pasado 90 días y se ha vuelto a extender el plazo otros 75 y no ha vuelto a pasar nada con TikTok…
Pero no es algo menor.
Imagina que un día abres tu Kindle y te han desaparecido unos cuantos libros. Ya no están ahí. A lo mejor libros con determinado tipo de personajes o que tratan determinados temas… Alguien ha decidido prohibirlos y sacarlos de todos los dispositivos a la vez.
O que abres tu Apple TV o tu Amazon Prime y descubres que algunas de las películas que habías comprado ya no están disponibles. Un actor o director caído en desgracia, una temática que no le mole a alguien… y desaparece por arte de magia.
O que abres tu Spotify y ya no están tres o cuatro de tus artistas favoritos porque alguien ha decidido que sus letras son subversivas o que ellos lo son.
Si lo pensamos, dependemos de algunas plataformas. Ya no es un tema menor. Facebook o Instagram cuentan nuestras andanzas desde hace 18 años. Tenemos media vida grabada entre sus bits: fotografías, conversaciones. Quizá algunas hasta con personas que ya no están. Son nuestros recuerdos. Es nuestra historia.
Nos puede pasar con cualquier tipo de pertenencia digital que no almacenemos en nuestros propios discos duros.
Esta edición de la newsletter es para suscriptores. Si quieres seguir leyendo, puedes suscribirte, con un descuento para siempre durante este mes, que es mi cumpleaños.
A continuación repaso el listado de cosas en las que podemos pensar si queremos que nuestra vida digital sobreviva los vaivenes de los tiempos que vivimos.