Bonnie Tyler tiene nuevo disco . Y no, no me he enterado porque sea superfan de la Tyler. Me he enterado porque me apareció este vídeo en mis foryou de TikTok. No vende nada nuevo: promociona su canal nuevo pidiendo que la gente haga un dúo con ella cantando uno de sus grandes hits. Los dúos son una de las características de TikTok y tienen gran potencial viralizador. Te permiten, eso, hacer un dúo con cualquier otro vídeo aprovechando su audio o su vídeo o ambos, de tal forma que el original consigue tener muchísimo más alcance.
¿El resultado? 32,1k ❤️, 1427 comentarios, 1504 veces compartido y 35,1k seguidores en un canal que acaba de nacer. Minipunto para su equipo de comunicación.
Y es que TikTok es la nueva máquina de viralizar… y si no que se lo digan a Nathan Evans, el cartero escocés que de pronto se hizo famoso en todo el mundo por haber revitalizado las canciones marineras con su Wellerman. Yo confieso que una noche estuve casi una hora escuchando Wellermans convertidos ya en meme, con gente añadiendo voces, instrumentos… y hasta chistes.
Por no hablar de los mismísimos Queen, con Brian May haciendo su particular versión de esta canción (lo que ha conseguido que este vídeo tenga más de 1 millón de likes, multiplicando por diez los likes del resto de sus vídeos, ahí es nada).
Porque, ¿qué pasa si algo tuyo se viraliza? En el caso de Bonnie lo hemos visto claramente: pasar de tener una cuenta con 0 seguidores a tener unos cuantos miles en apenas unos días… pero Bonnie ya era famosa antes de que su vídeo se hiciera viral… como también lo era Queen ¿Y en el caso de Nathan? Pues ha pasado de ser un cartero escocés nisu a ser una celebridad mundial a la que el New York Times dedica artículos… y también a tener miles de seguidores en las redes sociales.
Tener seguidores per se no significa nada. Y cualquier cosa puede convertirse en viral (ya lo hemos visto con las manoplas de Bernie Sanders).
¿Podemos controlar la viralización? ¿Se puede crear un viral? Hay ciertas claves que todos los virales cumplen. Bueno, casi todos… Pero si fuera tan “sencillo”, todo el mundo estaría haciendo virales y no es así. Hay un factor que se sigue escapando al control de la persona que crea un contenido.
Mientras descubrimos cuál es ese factor, podemos deleitarnos con los vídeos de los coreanos Maytree, que entre otras cosas, imitan los sonidos del Windows… a la espera de su oportunidad.