Antes de empezar con el tema de hoy, me congratula anunciarte que me han vuelto a invitar a dar un live seminar en Meetup y que en esta ocasión hablaré de prepararse para dar una charla, de todo lo que hay que pensar (y hacer) antes de subirse a un escenario.
Y ahora vamos con el tema.
Unos cuantos amigos y conocidos han decidido en los últimos meses cogerse un año sabático. Bernhard, Óscar, David…
Avisaron que lo harían con tiempo, planificaron para hacerlo y finalmente lo han hecho.
Bernhard es alemán y físico y trabaja como profesor en una universidad en Vancouver. En la primavera pasada cogió sus bártulos y se fue a Australia. Lleva desde entonces viajando por Oceanía y el sureste asiático. Acaba de volver a casa. También ha intercambiado y se ha reunido con algún colega en alguna uni australiana, pero básicamente ha viajado y lo ha documentado, para envidia de sus amigos y conocidos.
Óscar también ha avisado con tiempo. Y el 31 de enero se despidió temporalmente de su empresa y lo que nos ha dicho es que iba a desaparecer del mundo digital. Si queremos hablar con él, tendremos que llamarle por teléfono, pero no está para nada que no sea extricto ocio…
David explicó su sabático en una de sus newsletters dominicales.
Otros colegas, como César y Manu, les precedieron. Cada vez más gente de mi entorno decide parar de forma drástica durante un tiempo, o sea, cogerse un sabático de toda la vida.
Yo me miro y pienso: ni de coña… pero, por otro lado, me encantaría cogerme tres o cuatro meses. Y, por otro lado, dos o tres meses ¿para qué? ¿solo para descansar? ¿Estoy tan cansada? ¿En tres o cuatro meses me da tiempo a hacer algo? ¿A formarme en algo nuevo? ¿Quiero hacerlo? ¿Quiero cambiar mi trabajo actual o reflexionar sobre algo durante tanto tiempo?
Y creo que no. Que en realidad quiero más tiempo libre, pero no necesariamente un sabático. No me quiero desconectar del trabajo. En general me flipa mi trabajo.
Porque ¿no es el tiempo el problema de nuestra era? ¿Qué opinas tú? Te leo…
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⌨️ En el verano de COU y tras haber sacado la selectividad, además de tocarme los pies todo lo que pude, hice dos cosas que me han sido tremendamente útiles toda la vida: me saqué el carnet de conducir y aprendí mecanografía. Lo la utilidad del carnet es obvia. Lo de saber escribir a máquina (que yo aprendí con unas pedazo máquinas) ha sido maravilloso siempre. Llegué a 250 pulsaciones por minuto. Pas mal. Aquí te dejo un link a un curso online gratuito.
🥴 Internet es maravilloso. Hay un pavo que hace dioramas de cosas cotidianas… y luego cuenta cómo los ha hecho en su canal de YouTube y luego ¡los REGALA!. En este, ha esculpido el arresto de Mel Gibson por conducir borracho y luego lo ha enterrado y ha escondido las instrucciones para encontrarlo en el mismo vídeo. Un crack.
✋🏻 ¿Sabes parar? ¿Eres capaz de desacelerar tu ritmo cuando lo necesitas? ¿Crees que lo digital te absorbe y te está afectando? Pues este proyecto de, como no, Prodigioso Volcán te espera: Camino a Babia.
⛓️ Si a ti también te parece que los algoritmos de las redes sociales están pensados para joderte la vida, estás en lo cierto. Aquí un informe actualizado de cómo está funcionando últimamente el de LinkedIn… y luego lloramos.
🤖 Las contraseñas más usadas del año pasado. La sorpresa no es que esté 123456 o password o qwerty. La sorpresa ha sido encontrar joshua (solo los que conozcan al profesor Falken lo entenderán).
Aprovecha para cambiar tus contraseñas. No lo dejes para mañana: hazlo ahora mismo.
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Un año sabático es un lujo. Enhorabuena a los afortunados.