#126. ¿Por qué sigues sin entender del todo eso del Storytelling?

Las razones por las que el arte de contar historias sigue siendo un misterio para muchos y cómo puedes dominarlo para captar la atención de tu audiencia de una vez por todas.

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Al lío.

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Cuando imparto formación, me suele pasar que muchos clientes y alumnos no tienen claro el concepto de storytelling.

¿Qué es contar historias? ¿Qué es una historia? Es verdad que es un concepto que es relativamente nuevo y que se aplica mucho en todo tipo de comunicaciones. En principio, contar historias al hacer presentaciones no tiene tanto que ver con contarlas al redactar los copys de tu empresa para las redes sociales o para la página web. ¿O sí?

Porque, ¿qué es storytelling?

Storytelling en oratoria es básicamente contar una historia para conectar con tu audiencia. En lugar de solo dar datos o información, cuentas una experiencia, un relato que puede ser personal o inventado, pero que tiene el objetivo de captar la atención de la gente, hacerles sentir algo y llevarles a reflexionar o entender mejor el mensaje que quieres transmitir.

Es como cuando cuentas una anécdota a un amigo para explicarle algo importante o divertido. En una charla, el storytelling hace que la audiencia se sienta parte de lo que estás contando, que se enganche emocionalmente y que recuerde mejor lo que dijiste. Es hacer que tu mensaje sea memorable porque lo envolviste en una historia.

Y en este contexto, cualquier cosa es una historia y, por supuesto, todos somos capaces de contar historias porque ya lo hacemos. Lo hacemos todo el tiempo. Lo que pasa es que nos cuesta trasladar la habilidad natural que tenemos como humanos en nuestras vidas personales a nuestro mundo profesional.

Una historia no es más que el vehículo o la estructura, si quieres, que comunica información de una forma memorable, replicable y sencilla.

Los datos cuentan historias. Tus experiencias personales pueden ser historias. Puedes contar historias sobre cosas que has experimentado y visto o sobre cosas que nunca has visto con tus propios ojos, para eso tenemos la imaginación.

Por supuesto, no todas las historias son íntimas y personales. Podemos contar el caso de alguien que hayamos conocido, o que hayamos leído en el periódico. Pero psst, las historias íntimas y personales siempre funcionan porque no hay nada más poderoso que cuando nos hacemos vulnerables.

¿Significa esto que tenemos que desnudarnos delante de cualquiera? No. Si bien la vulnerabilidad no se puede medir, tampoco es necesario compartir cada detalle personal para crear una conexión. Hay que encontrar un equilibrio entre lo que compartimos y cómo lo compartimos, asegurándonos de que nuestras historias sirvan al propósito del mensaje que queremos trasladar.

Una historia bien contada no depende únicamente de cuán personal sea, sino de cómo resuena con la audiencia.

La clave del storytelling no es emocionar por emocionar, sino utilizar esas emociones para llevar a la audiencia a un lugar de comprensión y de reflexión. A veces, un relato sobre un hecho cotidiano puede tener un impacto más profundo que una historia cargada de emociones intensas, siempre que esté alineado con el objetivo de tu presentación.

Lo importante es que la historia que elijas sea auténtica y relevante para tu audiencia. Y da igual si es una anécdota personal, un caso de estudio, o una historia que has leído en algún lugar, lo que importa es cómo la utilizas para ilustrar tu mensaje y hacer que quede grabado en la mente de quienes te escuchan.

Las historias son, ni más ni menos, un vehículo para comunicar información.

❤️ Esta semana en Game of Talks, hablamos cómo interpretar los gestos más comunes de nuestro lenguaje no verbal.

🥑 Hoy tenemos un banco de imágenes diferente y, como su propio nombre indica, Foodiesfeed, especializado en fotos de comida.

🇺🇸 Visto en

Política Creativa

: Creatives for Harris, una delicia con subproyectos como Insults for good, que transforman insultos conservadores en acciones positivas o A weird idea of freedom donde muestran esa extraña idea de libertad que esgrimen los de MAGA o el Weird button, que señala frases de JD Vance o del mismo Trump con un botón que es como un moco verde y que al pulsarlo suena “weird”. Fabuloso todo.

💡 Comparte una idea con quien quieras y deja que otros participen y enriquezcan la idea original sin necesidad de registrarse o descargarse una aplicación. Pitchcard promete.

🔍 Information Laundromat es una web que puedes usar para saber si varias webs comparten arquitectura y contenido. Como un inspector Gadget en tu navegador. ¿Para qué se puede usar? Pues ya sabes cómo se utilizan sitios web que difunden bulos. Uno lo lanza y otros hacen de espejo para contenidos con fines ajem…

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🐦 Esta taxonomía de los tuits de Trump: ser el primero en enmarcar una idea, desviar la atención de asuntos reales, atacar al mensajero o cambiar de dirección y testar la reacción del público.

Esto lo he sacado del artículo ¿Por qué los «fact checks» avalan las mentiras de Trump? de Lakoff & Durand. Lo que está pasando es que muchos verificadores de contenido están tomando el contenido literalmente y diciendo que se está mintiendo cuando en algunos casos sería como decir que es falso sugerir que un restaurante sirve ketchup cuando sólo ofrece catsup. En fin… tiempos vivimos…

🏗️ Plantillas para hacer propuestas. Siempre es interesante no empezar de cero cuando nos toca presentar una.

🕰️ Yo misma me sorprendo del número de veces que necesito saber la hora UTC. Say no more: currenttimeutc al rescate.

Y hasta aquí por hoy. ¡Hasta el miércoles!