#171. Mi relación con LinkedIn: amor, odio e intención
(O cómo pasé de perfil normalito a +150k visualizaciones sin vender mi alma al diablo)
Durante años, LinkedIn era para mí un sitio plano.
Ni lo amaba, ni lo odiaba. Estaba ahí.
Publicaba cuando me acordaba. Comentaba lo justo.
Y mi perfil era como esas casas de veraneo que están, pero no se habitan: limpias, sin alma, sin nada en la nevera… y con muebles baratos del Ikea.
Hasta que un día, el pasado otoño, leí un post que me tocó una tecla.
No recuerdo qué decía.
Solo sé que no me gustó.
Y que por primera vez pensé:
"Si esta persona está aquí diciendo esto, yo también puedo escribir lo que pienso. Y decirlo con mi propia voz."
Ahí empezó todo.
La publicación que lo cambió todo fue un carrusel.
Nada épico: un listado de herramientas de inteligencia artificial para hacer presentaciones.
➡️ Más de 150.000 visualizaciones.
Eso me dio dos cosas:
Validación de que sí tenía algo que aportar.
Y ganas de seguir haciéndolo, pero a mi manera.
Desde entonces he mantenido una constancia real:
He publicado 2-3 veces por semana.
Comento siempre que puedo en otros posts (con criterio).
Trato de convertir ideas complejas en contenido útil, simple y aplicable.
Y sí: la mayoría de mis publicaciones ya superan las 20.000 visitas.
¿He seguido haciendo carruseles?
Sí.
¿Pero también he hablado de duelo, de errores, de intuición y de procesos?
También.
✋ Este contenido continúa solo para suscriptores/as de pago.
Aquí te cuento cómo elijo qué publicar, qué evito, qué decisiones tomo con cada post y lo que aprendí sobre visibilidad y propósito.
👉 Suscríbete para seguir leyendo. Aquí te dejo un link para que te puedas suscribir con una semana de prueba gratuita.
(y gracias por apoyar este espacio que hago con cabeza, tripas y mucha constancia).