#153. Lo mejor que puedes hacer por tu marca personal
Antes de dar respuesta a la premisa, empecemos por las definiciones.
¿Qué es eso de la marca personal?
Marca personal es la percepción que otros tienen de ti basada en lo que proyectas, ya sea de manera consciente o no. Es la combinación de tus habilidades, valores, personalidad, experiencia y cómo los comunicas, que juntos construyen tu reputación.
No solo se compone de lo que haces, sino de cómo los demás te recuerdan, qué asocian contigo y qué valor creen que aportas.
¿Cómo se construye una marca personal?
La respuesta corta: pico y pala.La respuesta larga: una marca personal se trabaja de forma activa y de forma pasiva.
Para construir una marca personal de forma activa, primero tienes que definir objetivos (dónde quieres llegar), saber qué tienes que hacer para conseguirlos, qué quieres proyectar y, luego, asegurarte que tu comunicación (en redes sociales, eventos presenciales, etc.) refleja lo que quieres.
No trabajar de forma activa tu marca personal no implica que no tengas una porque la gente va a tener igualmente una percepción sobre ti, solo que en este caso tú no controlas ni lo que proyectas ni cómo afecta a tu reputación.
¿Para qué puedo yo querer una marca personal?
Como les explico siempre a mis alumnos, tener una marca personal no es solo algo que te ayude a destacar, sino que también puede ser fundamental para generar confianza y crear oportunidades. La marca personal funciona como un filtro: lo que proyectas determina cómo otros te ven, te recuerdan y deciden si quieren trabajar contigo, recomendarte o incluso seguirte.
Un ejemplo que todos hemos vivido:
Antes de reservar un hotel, solemos mirar reseñas, ¿verdad? No uno o dos comentarios, sino la percepción general que tienen otros clientes. Esa reputación, construida a través de experiencias compartidas, construye la marca de ese hotel, más allá de lo que el hotel diga de sí mismo. Y con las personas pasa lo mismo: nos etiquetan y asocian con ciertas cualidades según lo que mostramos y lo que dicen de nosotros.
Otro ejemplo, que seguro que te suena, porque a veces, sin buscarlo, ya trabajamos en nuestra marca personal: ¿qué fotos eliges como avatar para las redes sociales? ¿Las que sales bien o las que no sales bien? Evidentemente eliges fotos en las que sales bien, porque es innato querer causar una buena impresión.
¿Por qué querrías trabajar tu marca personal?
A mí se me ocurren mil razones, pero voy a dejar unas cuantas:
Para destacar en un mercado competitivo
Si eres freelance, has emprendido o buscas empleo, una marca personal te diferencia. No compites solo por tus habilidades técnicas, sino por cómo las comunicas y el valor añadido que perciben en ti.
Para generar confianza y credibilidad
Una empresa con una web atractiva y redes sociales activas parece más profesional y una persona con una buena marca personal transmite seriedad, compromiso y experiencia.
Para atraer las oportunidades correctas
Una marca personal bien trabajada funciona como un filtro: te ayuda a conectar con proyectos, clientes o empleadores que estén alineados con tus valores y objetivos.
Para convertirte en una referencia o autoridad de “lo tuyo”
Una marca personal coherente y bien comunicada puede posicionarte como líder de opinión en tu sector. Las personas acuden a ti como fuente de inspiración, información o soluciones.
Para construir un legado
Una marca personal va más allá de lo inmediato: es cómo las personas te recordarán y qué impacto quieres dejar.
Piensa en cualquier persona referente que tengas. Y dime si no cumple con todos los puntos anteriores.
Al final, una marca personal es lo que responde a estas preguntas:
¿Quién eres?
¿Qué ofreces?
¿Por qué deberían elegirte?
Hasta aquí hemos visto qué es una marca personal y por qué es importante trabajarla.
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