Con C de Com

Con C de Com

Share this post

Con C de Com
Con C de Com
#150. Las cosas que se quedan
Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más

#150. Las cosas que se quedan

Avatar de Cristina Juesas
Cristina Juesas
mar 19, 2025
∙ De pago
6

Share this post

Con C de Com
Con C de Com
#150. Las cosas que se quedan
Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más
1
Compartir

No todas las personas que nos cambian la vida tienen un nombre famoso, una página en Wikipedia y millones de seguidores en redes sociales. Algunas consiguen dejar huella en lugares mucho más discretos: en una palabra que se nos escapa sin darnos cuenta, en un gesto que imitamos sin pensarlo o en la forma en que aprendimos a mirar el mundo y a nosotros mismos después de haberlas conocido.

Hay presencias que, incluso cuando se han ido, siguen teniendo eco en lo cotidiano porque hay algunas cosas que se han quedado para siempre.

Como una forma de decir adiós sin dramatismos, con un simple "Be good", que todavía escucho en mi cabeza cuando me despido de alguien. Como un apodo que ya nadie usa, “babydoll”, pero que sigue siendo mío. Como una costumbre que no tenía y que, de pronto, se ha vuelto parte de mí.

Que la música no es solo música. Es un mapa de recuerdos. Hay canciones que son solo mías y suyas. Hay letras que ahora significan cosas que antes no significaban. Hay acordes que me llevan directamente a una conversación, a un email, a un momento que sigue vivo en mí.

La importancia de hacer que cada día cuente. “Make the most of it”. Lo decía siempre y no era una frase: era una forma de vivir. Cada vez que dudo, cada vez que me contengo, escucho esta frase en mi cabeza. También la llevo tatuada, que no es que se me fuera a olvidar, pero ahí está.

Que hay promesas que se cumplen aunque nadie las haya dicho en voz alta. Como tomarme un whiskey (que detesto) porque un día, cuando ya sabía que el final estaba cerca, me pidió que lo hiciera por él. Fue lo más cerca que pude estar de decirle “aquí sigo” cuando ya no estaba.

Como seguir hablando, aunque ya no pueda responder. Como guardar algunos emails como si fueran una conversación aún abierta. Como volver a ciertos lugares que ya no son solo sitios en un mapa, sino fragmentos de una historia que sigo escribiendo.

Que hay una forma de reírme que no tenía y ahora es mía. Una forma de responder con una media sonrisa, con un comentario sarcástico que antes no habría salido de mí. Que hay expresiones que se han quedado, gestos que repito sin pensar, maneras de ver el mundo que ahora son diferentes y que no sé si habría aprendido sin él.

Pero, sobre todo, que a veces hace falta que alguien te mire para verte de verdad. Que alguien te vea sin filtros, sin adornos, sin máscaras de autodefensa… y siga viendo a alguien que vale la pena. Que alguien te devuelva un reflejo de ti misma que no sabías ni que existía… y que te guste lo que ves.

No siempre sabemos qué le debemos a cada persona que ha pasado por nuestra vida. A veces, cuando intentamos buscar el origen de algo que nos define, nos damos cuenta de que viene de alguien que ya no está. Y nos sorprende descubrir que seguimos conversando con ellos en nuestra cabeza, que seguimos imaginando lo que dirían, que seguimos compartiendo lo que nos pasa, aunque no puedan escucharnos.

Supongo que esa es la verdadera permanencia. No la fecha, no las palabras grabadas en piedra. Sino las que se quedan en nosotros sin que nadie más las vea.

Ayer habría cumplido 56 años. Pero se fue con 44. Y, sin embargo, sigue aquí. Le echo de menos cada día.

(English version here).

Hoy tocaba publicación de pago, pero por la naturaleza de lo que he escrito, me ha parecido que el mejor homenaje era dejarla en abierto. Eso sí, los enlaces de hoy estarán bajo llave. Si quieres acceder a todo el contenido, puedes suscribirte.

Y si no, pues la semana que viene nos volvemos a ver.

Esta publicación es para suscriptores de pago.

Already a paid subscriber? Iniciar sesión
© 2025 Cristina Juesas
Privacidad ∙ Términos ∙ Aviso de recolección
Empieza a escribirDescargar la app
Substack es el hogar de la gran cultura

Compartir

Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más