Hace muchos años ya que la filosofía oriental nos azota rarunamente. La real y la sucedánea, con fotos de piedrecitas amontonadas y frases moñas por aquí y por allá, que vete tú a saber si realmente son orientales.
Entre todos los conceptos importados y tratados de occidentalizar se me ocurren el ikebana (arte de mantener vivas las flores), el kaizen (método de gestión de calidad), el feng shui (la ocupación consciente y armónica del espacio), el kintsugi (reparar con oro la cerámica que se ha roto)… hay decenas y están por todas partes.
Ikigai es un término japonés que se refiere al propósito de vida o la razón de ser. Según este concepto, el ikigai se encuentra en la intersección de cuatro componentes principales:
Lo que te encanta hacer
Lo que el mundo necesita
Lo que te puede dar un salario
Lo que se te da bien
Cuando estas cuatro áreas se alinean, se dice que uno ha encontrado su ikigai, o su razón de ser.
Gráficamente vendría a ser algo así:
Pero ahora vamos a lo que vamos. En el mundo de la gominola esto es maravilloso. Pero, ¿es esto realista? ¿Podemos todos dedicarnos a lo que nos apasiona, nos encanta, el mundo necesita, bla bla bla? Cuando veo publicaciones de este estilo siempre pienso en Alfonso Alcántara (Yoriento), que, con el humor ácido que le caracteriza, baja a la tierra a todos estos pensamientos positivos happyflower.
¿Qué es lo que el mundo necesita? ¿Y si no puedo conseguir un trabajo digno haciendo lo que me gusta, no voy a poner ser feliz en la vida? ¿Tiene que depender mi felicidad solo de mi trabajo? ¿Y dónde queda todo lo que no es trabajo?
No sé, creo que estamos neoliberalizándonos por encima de nuestras posibilidades. Lo de “encuentra un trabajo que te apasione para que trabajar sea como estar de vacaciones” es una entelequia. Trabajar es trabajar. Puedes tomártelo mejor o peor, pero la gente que conozco que tiene mucho (mucho) dinero, trabajan poco, dedican mucho tiempo al ocio. Mucho más que tú y que yo.
Además, hay trabajos que son necesarios y no sé, Rick, se me antojan complejos de encontrar el ikigai, incluso sabiendo que siempre hay un roto para un descosido laboral.
¿Tú piensas que es posible? ¿Estás en el Nirvana? ¿Lo has encontrado en algún punto de tu carrera? ¿O de tu vida, en general?
Te leo.
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Y hasta aquí hemos llegado hoy. Nos vemos el próximo miércoles a las 6:45h.
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