Hoy vamos a hablar de logos, pero no en general. Es que en estos días hay varias noticias sobre logos que me han llamado la atención y me han hecho pensar en lo cotidianas que se han vuelto estas noticias de repente ¿o siempre es así?
Cambiar de logo es natural con el paso del tiempo, aunque sea un cambio inapreciable, para ir actualizando la marca a nuevos tiempos o para dar un cambio radical en tu imagen corporativa… Esto suele ser un problema, claro, porque no es tan fácil como cambiar lo que era verde por naranja y ya… En ocasiones estos cambios no están exentos de polémica. Por ejemplo, Ter explica en este vídeo por qué cambiar el logo de Correos costó 250.000€ hace un par de años… imagino que recuerdas la que se lió a cuenta del logo y del gasto…
Pues a cuento de logos, resulta que este mes se celebra el mes de la historia afroamericana (Black History Month o BHM) y YouTube ha anunciado que ha invitado a artistas negros a reinventar el logo del site cada semana. Esto no es algo nuevo tampoco. Cada vez es más frecuente ver a marcas cambiar sus logos para días mundiales, conmemoraciones de eventos o acontecimientos varios. ¿Tiene sentido? ¿Nos creemos que todas estas marcas apoyan la causa LGTBIQ?
También he leído que la compañía de ropa india Myntra ha tenido que cambiar su logo después de recibir una denuncia por faltar el respeto a las mujeres. La verdad es que hay que fijarse para verlo, pero una vez que lo ves, ya no puedes quitártelo de la cabeza. ¿Tú lo ves?
Hay infinidad de logos con mensajes ocultos, así que tampoco es descabellado pensar que lo hicieran adrede. ¿Habrían querido decirnos algo? ¿A ti qué te parece?
Y el último cambio que te traigo para hoy es el de la Casa Blanca. Y es que el soplo de aire fresco que ha insuflado Biden a su llegada a la Casa Blanca también ha conllevado la renovación del logo. No solo la web tiene un estilo nuevo (y vuelve a estar en español) sino que también la marca es diferente. Los cambios son muy sutiles, pero ahí están y vuelven a incorporar detalles de la arquitectura del edificio, como relieves y columnas.
Puedes comprobar cómo era el logo con Trump, con Obama y hasta con Bush. Y leer aquí el artículo completo con todos los detalles. Sinceramente, este cambio me deja fría, esperaba un poco más de disrupción, aunque también es verdad que los gobiernos son más conservadores, por poco que lo sean y las cuentas institucionales son… eso… institucionales. ¿Te gusta más ahora o ni lo notas?
Algunos cambios reconozco me cuestan un poco… con decirte que creo que sigo llamando Mister Proper a Don Limpio te lo digo todo. Pero a la vez los veo necesarios por mil motivos… aunque no comparta el resultado final. Creo que cuando un logo cambia, algo cambia con el logo. Y hasta aquí mi pensamiento (profundo) por hoy. Si tienes algún ejemplo de cambio fabuloso o todo lo contrario, estoy encantada de que lo compartas.